En este artículo descubrirás...
Alguna vez te has preguntado porqué aprender a hacer surf? Para aquellos más dubitativos intentaremos explicar la sensación que se experimenta cuando se surfea una ola de gran tamaño, aunque difícilmente se pueda contar con palabras!
Si te gusta la adrenalina, la naturaleza y el deporte, no debes perder más el tiempo… El surf te está esperando para regalarte emociones indescriptibles!
¿Necesitas motivos para aprender a surfear?
Una de las maravillas del surf es llegar a encontrar nuestros límites. Lo que al principio nos pueden parecer olas gigantes, acabaran siendo pequeñas olas, hasta llegar a tal punto de surfear olas de gran tamaño superiores a 3 metros. Al encontrar nuestro límite, llegamos a sentir una sensación realmente extraña e inigualable, difícil de explicar con palabras. Lo que al principio nos apasiona es nuestra progresión, lo que finalmente engancha como una droga son aquellas olas, aquellas que no son iguales a las otras olas…
Cuando remamos olas realmente grandes, no estamos intentando llegar a la velocidad de la ola y ponernos de pié, intentamos que esa enorme cara de la ola que está chupando todo lo que encuentra por delante no nos arrastre hacia atrás para que no la podamos surfear con la consecuente lavadora. Remamos con todas nuestras fuerzas, nos meneamos de lado a lado y hundimos el brazo hasta el sobaco para remar con todas nuestras fuerzas, pero aún así, notamos que no avanzamos. Simplemente sentimos una sensación de vacio en el estómago cuando esa enorme pared empieza a ahuecarse y notamos como nos empieza a chupar para atrás, hasta llegar a ver por delante nuestro una caída libre de más de un primer piso.
Cuando ya piensas que no vas a conseguirlo, y que ese enorme labio de agua nos va a catapultar hacia delante, es cuando sentimos esa tan extraña sensación de vacío, una explosión de adrenalina que hace aparecer una voz interior que nos dice, ¡Ahora o nunca! Pisamos fuerte adelante, intentando que la tabla avance en esa enorme pared y de repente notamos como las mejillas se nos enclastan contra nuestros dientes, nuestra melena gravita hacia atrás y nuestros pies se abren para mantener el control, mientras nuestros dedos se agarran en los cantos de la tabla. Salimos flechados cómo en la caída libre de un parque de atracciones, bajando y bajando sin parar y cuando ya llevamos rato y más rato bajando y parece que no termina pensamos que esa enorme pared de agua que sentimos grujir detrás nuestro va a explotar encima de nuestra cabeza.
Pero no! Seguimos y seguimos, clavando el canto de la tabla en la pared de la ola para hacer el bottom y volver a subir hacia arriba para ganar más velocidad otra vez… y sigue… y sigue…
La increíble sensación de surfear
Una sensación inigualable, que al recordarla a todos aquellos que ya la hayan experimentado seguro se les van a poner los pelos de punta. Para aquellos que aún no lo hayan experimentado, quedan aún algunas catapultas para llegar a tener el punto, y lavadoras de esas que parece que nunca vamos a encontrar la superficie, y cuando la encontramos, ya volvemos a dar vuelvas y vueltas bajo el agua sin apenas tener tiempo de respirar, que la siguiente ya nos está revolcando. Aún así, les aseguro que llegar a surfear uno de esos monstruos vale la pena, y como para todo lo bueno, hay que sufrir un poquito antes de tenerlo.
Esperamos que éste artículo os haya gustado, si lo que te falta es material puedes consultar modelos y precios de tablas de surf aquí. Pueden encontrar más artículo relacionados o aprender más sobre Surf en nauticpedia.
jaume
19 febrero, 2014 at 8:34 pm
me parece una fantastica web. para locos del mar, dando consejos y trucos super acertados…